Los carnavales en Santa Lucia es el domingo de tentación y se organizan pandillas: grupos de gente que, enganchados del brazo, recorren las calles, enfilados por parejas, a paso ligero y acompasado, zapateando, jaleando, haciendo curvas y ruedas en medio de gritos, aplausos y silbidos de los espectadores. Detrás de cada comparsa camina los músicos que tocan charangos, guitarras, acordeones o en su caso banda de musicos.
El martes de Ch'alla es cuando realmente se agasaja a la Pachamama con flores, chicha, serpentina, mixtura y comida; el tradicional T'impu. Ese día también se pide a la Madre Tierra buenas cosechas, salud y prosperidad.
La música y el baile están presentes en cada escena del carnaval valluno, al igual que los "takipayanakus" o contrapunteos, certámenes espontáneos de copleros que se organizan cuando dos o más pandillas se encuentran. Las coplas tienen carácter gracioso, pícaro y son cantadas indistintamente en quechua y castellano; su estructura responde a esquemas tradicionales, pero siempre renovados con la improvisación de letras actuales.
En los pueblos y la ciudad de Cochabamba es tradicional el uso de máscaras para mantener el anonimato de los copleros, quienes además se envuelven el cuello con serpentinas multicolores.